lunes, 1 de septiembre de 2014

De emanciparse. De mi china vida (31)

2005
- ¿Y qué pensará el resto de tus amigos? - me preguntó la china.

- ¿Sobre qué?

- Ya sabes... Esto es como cuando recibes un premio y se lo dedicas a alguien, siempre quedas mal con otro que cree que deberías haberlo mencionado.

- Ya te he dicho que no es comparable una amistad con otra, pero dudo de que nadie se enfade. Cada uno de mis amigos sabe lo importante que han sido para mi en cada momento. Si quieres cuando acabe de contarte mi vida, empiezo a contarte la de todos mis amigos. Cuando los conocí, cuando se casaron, se compraron un piso, tuvieron su primer hijo...

- No, no, déjalo, bastante tengo con la tuya como para tragarme la de otro - dijo la china -. Uy, cómo ha sonado eso, ¿no?

- ¿El qué?

- Y esto... oye,... qué te iba a preguntar... ¿Tienes muchos amigos?

- Tengo los que quiero tener. Ni más ni menos.

- ¡Qué seco! Pero a muchos los has conocido no hace mucho.

- Bueno, hay de todo. Yo creo que los primeros diez años de tu vida son para descubrir cosas, los diez siguientes para conocerlas, los siguientes para experimentarlas y los siguientes para compartirlas. Es lógico que conozcas muchos amigos en esos últimos diez, aunque mantengas muchos de las otras etapas.

- Y ¿qué pasará en los diez siguientes?

- Los diez siguientes son para recordarlas.

La china se quedó un momento pensando. No sé si me iba a dar la razón o llamarme gañán. Con ella nunca se sabe.

- Y ¿qué recuerdos tienes de 2005? - me preguntó.

- Pues en 2005 me emancipé definitivamente, me alquilé un piso con mi novio y nos fuimos a vivir juntos.

- ¿Con 31 añazos?

- ¡Y da gracias!

- ¿Todavía vivías con tu madre y tus hermanos?

- Mmm. No. Sólo con mi madre - le dije yo con un poco de vergüencilla. - Mis hermanos ya se habían ido de casa.

- ¡Vaya huevos!

- ¿Dónde se va a estar mejor que en casa de tu madre?

- ¿Pero no trabajabas?

- Sí, pero...

- ¿Le pasabas algo de sueldo?

- No, porque...

- ¿Estuviste chupando del bote hasta los 31 años?

- Los cumplo en septiembre, así que fue hasta los 30.

- ¿Pero en tu país cuando os emancipáis?

- Ufff, ahora cada vez más tarde. Algunos incluso tienen que volver a casa con sus padres. Está la cosa muy malita.

La china me miró con cara pensativa.

- ¿Y dónde volverías tú ahora si lo necesitaras?

Yo me quedé mirándola y dándole vueltas a la pregunta. ¡Qué hija de puta! ¿Dónde coño volvería yo si lo necesitara? Me hizo pensar la muy cabrona. No es lo mismo enterrar un cadáver como dije aquí, que eso se hace en un momento y si te he visto no me acuerdo, que plantarte en casa de algún amigo y decir: ¡Vengo a pasar unos diítas!

- Creo que ha llegado el momento de que te hable, y bien, de todos y cada uno de mis amigos. Son más majos. Tengo muchos, ¿sabes? Un montón. Me quieren más. ¿Tienes para apuntar? Es que es una lista muy larga - dije con una risa nerviosa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario