viernes, 29 de agosto de 2014

De Ibiza, entre otras cosas. De mi china vida (28)

2002
- ¿Por qué estás callado? - me preguntó la china. - ¿No fue un buen año 2002?

- Sí, pero es que cada vez me cuesta más filtrar y contar sólo alguna cosa importante.

- ¿Tantas cosas te pasaron?

- Bueno, en esa época trabajé mucho. Muchísimo. Y en mil sitios. Tenía un trabajo fijo, pero luego los fines de semana siempre había algún extra. A veces incluso entre semana. Hacía mil cosas a la vez.

- Ganarías dinerito - me dijo la china sonriendo y meneando los dedos con más cara de china que nunca.

- La verdad es que sí. No para hacerse millonario, pero no lo pasé mal, desde luego. Y gané mi primer premio en el teatro fallero.

- ¿Con tu falla? ¿Con Sevilla Dénia?

- No.

- ¿Noooo? - se extrañó la china.

- No. Mi primer premio en el teatro fallero fue con Domingo Orozco, la falla de unos amigos.

- ¡Anda! - dijo ella haciéndose la sorprendida - Así que entonces ya eras un mercenario.

Hubo un silencio. Nos miramos a los ojos. Yo la miré odiantemente (y me importa un pimiento que no exista la palabra)

- ¿Me puedes explicar por qué a todo le tienes que sacar punta? - le dije un poco molesto.

- Va, no te enfades, que estás de vacaciones - me dijo haciéndome caritas.

- Hablando de vacaciones - retomé yo la conversación -. En 2002 estuve en Ibiza.

Hubo un silencio. Nos miramos a los ojos.

- ¿Ves? - me dijo -. Es que hilas muy mal las cosas, tío. Deberías hacerlo con más naturalidad.

Hubo un silencio. Nos miramos a los ojos. La miré más odiantemente.

- ¿Qué quieres qué haga, china de los cojones? - le dije yo -. Tengo poco espacio, mucho que resumir y cosas que no se conectan unas con otras. Pues hago lo que puedo.

Nos miramos. Silencio. Ella seguía mirándome desafiante.

- Menudo chapuzas estás hecho. En fin... soy toda oídos - dijo finalmente -. Cuéntame por qué todo el mundo se va de vacaciones a Ibiza ¿Qué tiene Ibiza? 

Dudé un poco en si contestarle, pero hilar un premio de teatro con unas vacaciones en Ibiza ya había sido esfuerzo suficiente como para discutir con la china.

- Pues, no sé qué tiene Ibiza - seguí narrando -. Yo era la primera vez que iba. El caso es que, ahora que lo nombras, me doy cuenta de que no sólo todo el mundo se va a Ibiza, sino que lo más importante es publicarlo.

- ¿Qué quieres decir?

- Pues que cuando yo me fui a Ibiza no se enteró nadie. Bueno, mi madre y los amigos con los que me fui, claro. De hecho el carrete de fotos de ese viaje está en mi casa aún por revelar.

- Se habrá podrido.

- No sé. Algún día de estos sacaré las fotos. Deben ser divertidas.

- ¿Por qué no las llevaste a revelar? - me preguntó ella.

- Porque en esas fotos hay mucha gente en pelotas en la playa, yo incluido, y no encontré un sitio discreto donde llevarlas.

- ¿Desnudos artísticos?

- Digamos que hay de todo un poco. 

La china me miró extrañada.

- Estábamos en Ibiza - le dije justificándome.

- Pues encontrar un sitio ahora también será complicado.

- Ya, pero ahora me da menos vergüenza que entonces.

- Pero si no ibas a revelarlas, ¿para qué las hiciste?

- ¡Yo qué sé! ¡Las hice! Esas cosas no se piensan. Se hacen. 

- ¿Y a quién se las ibas a enseñar?

- ¡A nadie, maldita sea! Eran para consumo propio.

- ¿Como las drogas que te tomaste en la isla?

- Sí. No. ¿Qué dices? ¡Que me lias!

- No, te lias tú solo.

- ¿Pero por qué hay que enseñárselo todo a todo el mundo?

- Lo dice el que lleva medio día hablándome de su vida y dice que va a escribirlo todo en un blog cuando vuelva. Esto es más pornográfico que la mierda de fotos que tendrás en ese carrete podrido.

- ¡¡No es lo mismo!! - grité yo.

- ¡¡¡Parecido!!! - gritó ella.

- Vamos a ver, china... - le dije ya nervioset - Lo que digo es que antes se disfrutaban más las cosas. Se hacían y ya está. No se hacían para contarlas, sino para recordarlas. Pero para recordarlas tú. Ahora vas a un concierto y está todo el mundo haciendo fotos, vídeos y yo pienso: ¿para qué hacen eso? ¿Han venido al concierto o a hacer un reportaje para Facebook? Si estás grabando o haciendo fotos, no estás viendo el concierto. Van a Ibiza y se hacen megareportajes en la isla. Ahora en la playa, ahora en el hotel, ahora en una discoteca. ¡¡¡Mirad, tías, que bien me lo estoy pasando!!! ¡¡He tenido que hacer quinientas fotos para salir delgada, pero mirad que bien!!

- Noto cierta envidia por tu parte.

- No. Sólo digo que antes se disfrutaba más de las cosas, de los amigos, de las conversaciones. Que estamos en la era de la comunicación y cada vez estamos más incomunicados. ¡¡¡Que se está matando gente por hacerse selfies!!! Es una puta locura. - sentencié.

Hubo un silencio. Muy largo. La china me miraba.

- Cuidado que eso es un error de racord - me dijo la china advirtiéndome.

- ¿Qué dices ahora de racord?

- Pues que ahora mismo estamos en China en septiembre de 2013, los selfies no se van a poner de moda hasta marzo de 2014 con los Óscar, la gente empieza a matarse por un selfie en verano y no vas a escribir tu blog hasta agosto de ese mismo año. Que eso que has escrito de los selfies o no pasó o no lo dijiste o te lo estás inventando. Estás cometiendo un error de continuidad. ¿Ves? Lo que te decía al principio: hilas muy mal las cosas.

La miré odiantemente.

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